La criança i els fills
4 de març de 2025

Educar a los hijos no es fácil. Hay momentos de todo. Algunos buenos, muy buenos, difíciles o realmente agotadores. Hay momentos que no puedes más. Pero ellos no se merecen que les grites. Se puede cuidar de los hijos de otra manera, sí. Es normal que los niños se enfaden, que griten, que lloren y que rabien. ¡Claro! También es normal que rían, que jueguen, que se persigan entre ellos, que te hagan bromas, que tengan días increíbles. Todo forma parte de la vida.


Decidme, ¿vosotros tenéis siempre los mismos días? No, ¿verdad? Tenéis días de todo. Y momentos de todo, e incluso ratos de todo. Y entonces, ¿por qué ellos no? ¿Por qué no pueden estar enfadados, tener un mal momento?


Los niños son niños, y son personitas que están aprendiendo. Los primeros años de vida son vitales. Aprenden de todo lo que les rodea. Y es normal que quieran descubrirlo todo. ¡Es normal y muy bueno! Por tanto, si por ejemplo intentan beber agua y se les cae el vaso, no pasa nada. ¿Es necesario que les gritemos y les reprochemos? ¿Por qué a vosotros, cuando algo os sale mal, os gusta que os griten y os digan que no lo volváis a hacer porque acaban de fregar el suelo y lo ensuciáis todo? ¿O si hacéis una tarea mal en el trabajo os gustaría que os gritaran y os dijeran que ya está bien, que basta de hacer tonterías? ¿Verdad que no?

¿Cómo os gustaría que os dijeran las cosas? Imagino que a la mayoría de vosotros con cariño y amor, ¿verdad? Con buenas palabras, con calma y con comprensión. Me parece que a todas las personas les gusta que les hablen así. Pues a los niños también, por supuesto.


Y si continuamente se tiene que estar gritando o enfadándose porque las cosas no salen como uno quiere, entonces hay un problema. Y no viene de la criatura. ¿Cómo estáis con vosotros mismos? ¿Por qué estáis tan nerviosos? ¿Qué os preocupa?


Cuando uno está tranquilo y hace lo que siente, la crianza es “fácil” o se da de otra manera en que sostener se vuelve agradable, fácil, divertido. Si se le cae el vaso de agua porque está aprendiendo a beber solo, seguramente nos sabrá mal y le podremos decir, ostras, se te ha caído el vaso, no te preocupes, estás aprendiendo, es agua, no pasa nada. ¿Volvemos a intentarlo? Incluso seguramente que la criatura, como está aprendiendo y lo que quiere es ser autónoma, nos querrá ayudar a limpiarlo o lo querrá limpiar ella, como pueda, claro. Y cuando consiga beber sola estará contenta y feliz de hacer algo sola, como los adultos. Y habrá aprendido de una manera feliz y autónoma.


Por lo tanto, habremos llevado a cabo un aprendizaje muy positivo, que le ayudará en su confianza, autoestima, seguridad y empoderamiento. Mientras que de la otra manera puede hacer que el niño entre en culpa, baja autoestima, miedo, inseguridades...etc.

Es importante cómo transmitimos las cosas a los niños, que les dejemos aprender y les dejemos equivocarse y no les regañemos por equivocarse, claro. Hace falta paciencia, sí, claro. Y la paciencia se consigue estando tranquilo con uno mismo. Y si estás tranquilo estás abierto a observar, ayudar, acompañar y guiar para que lo que está aprendiendo lo pueda hacer de la manera más natural, tranquila y amorosa posible. 

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